Biblioteca para la paz Alma Rosa Jaramillo

En el marco de los diálogos de paz entre el gobierno colombiano y la guerrilla de las FARC-EP, así como la firma del acuerdo final, el eventual plebiscito y el posconflicto, la responsabilidad social juega un papel determinante. Los ciudadanos son los únicos responsables de su participación dentro del Proceso de Paz. Sin embargo, la Casa de Nariño, los medios de comunicación, las Organizaciones No Gubernamentales, la academia y las empresas privadas son las principales fuentes de información que deben educar, asesorar y preparar a la ciudadanía respecto los acuerdos de La Habana. 

 

Ahora bien, las bibliotecas en el mundo se han convertido en los grandes centros de preservación de la memoria histórica. En estas se guardan las descripciones, interpretaciones, análisis y opiniones frente al antes, durante y después de conflictos del mundo. Además, algunas, como la Biblioteca de Minessota o la Red Municipal de Bibliotecas de Córdoba, España, se convierten en puntos de difusión de documentos, datos y contenidos sobre procesos de paz, implementación de acuerdos y resocialización de excombatientes, sirviendo como referente para actuales diálogos, como el de Colombia. 

 

El pasado 5 de agosto del 2016, la Red Nacional de Programas Regionales de Desarrollo y Paz (Redpropaz) inauguró en Bogotá la biblioteca Alma Rosa Jaramillo, con el fin de crear un espacio exclusivo para la paz, la memoria y la reconciliación. Ésta es la primera biblioteca pública del país especializada en el tema. Allí existe una recopilación de contenido sobre víctimas, convivencia, desarrollo integral, territorio y ambiente, educación y cultura. Teniendo en cuenta lo anterior, surge la siguiente pregunta de investigación: ¿Cómo la Biblioteca Alma Rosa Jaramillo aporta a la pedagogía por la paz en el marco de los diálogos de La Habana y un eventual posconflicto?