

Biblioteca para la paz Alma Rosa Jaramillo
La violencia en Colombia ha sido un problema desde hace más de cincuenta años, pues existen registros del inicio de fuerzas subversivas, tales como las FARC, desde el año 1958. Es decir, la guerra en Colombia lleva 58 años de historia. Durante este periodo se pueden destacar cinco etapas, las cuales han generado transformaciones en el conflicto armado del país:
La primera etapa se distingue entre 1958 y 1982, periodo en el cual la violencia bipartidista empieza a tener tintes de carácter revolucionario y desemboca en la creación de los primeros grupos subversivos en el país. Además, según el Centro de Memoria Histórica, es caracterizada por la proliferación de las guerrillas y el auge de la movilización social y la marginalidad del conflicto armado.
La segunda etapa se identifica entre el año 1982 y 1996. En este periodo convergen situaciones de carácter coyuntural como: “ la proyección política, la expansión territorial y crecimiento militar de las guerrillas, el surgimiento de los grupos paramilitares, la crisis y el colapso parcial del Estado, la irrupción y propagación del narcotráfico, el auge y declive de la Guerra Fría junto con el posicionamiento del narcotráfico en la agenda global, la nueva Constitución Política de 1991, y los procesos de paz y las reformas democráticas con resultados parciales y ambiguos. “(Centro de Memoria Histórica)
La última etapa se presenta entre 2005 y 2012. Allí se marca el reacomodo del conflicto armado, debido al intento de un acuerdo de paz con las FARC adelantado por el entonces presidente Andrés Pastrana y la instauración del programa de gobierno, Seguridad Democrática, del ex presidente Álvaro Uribe.

Sin embargo, no se puede desconocer el periodo actual, ya que es un momento histórico en el cual el país inicia una nueva etapa con la firma del acuerdo de paz con las FARC. El gobierno del presidente Juan Manuel Santos inició un proceso en el año 2012 y lo culminó, de manera satisfactoria, el anterior 24 de agosto de 2016.
Lo anterior, abre el panorama a un escenario de posconflicto. La firma del acuerdo es solo la forma, puesto que este proceso trae consigo factores determinantes como: la reintegración de los combatientes, la reparación a las víctimas, la participación en política, la pedagogía para la paz, la atención psicosocial, la inserción a la economía, justicia transicional, entre otros, los cuales le darán el fondo al proceso de paz.
Por lo tanto, es pertinente investigar acerca de la pedagogía por la paz, debido a que mediante este mecanismo se puede lograr la conciencia y memoria colectiva de los ciudadanos los cuales hayan estado o no inmersos en el conflicto armado “ la memoria puede entonces hacer explícito un conflicto subyacente para lograr un nuevo equilibrio social. Sin embargo, en los países con un menor conflicto actual sobre los traumas del pasado, la reevaluación se relaciona con una mejor imagen de la sociedad”. (Martín Beristain, 1999).
La pedagogía por la paz es la capacidad de un pueblo de hacer valer su historia y no perderla en el júbilo de la conciliación. Las personas deben conocer las causas y consecuencias del conflicto armado y, adicionalmente, las causas y consecuencias de la paz. En consecuencia, la sociedad puede tener bases sólidas que la ayuden a construir cimientos en donde la paz sea un propósito de todos.
